Nodulo materialista
Nunca vivieron en la tierra tantos hombres como en el presente lo hacen. Nunca la humanidad tuvo un conocimiento tan profundo del mundo, y nunca hasta hoy pudieron algunas personas tener la capacidad de influir tanto en su entorno como para poder llegar, en el límite, a provocar, si quisieran, la destrucción completa de la vida sobre el planeta.
Por eso nunca antes había sido tan imperiosa la necesidad de contar con potentes instrumentos analíticos que permitan mejor interpretar el pasado, conocer el presente y poder barruntar qué puede suceder en el futuro.
El presente está atravesado por Ideas, que nos ofrecen las principales referencias de nuestra concepción del mundo, sus principales coordenadas. Son Ideas que nadie ajeno nos ha comunicado, ni dioses ni extraterrestres, sino que se han ido construyendo a lo largo de la historia más reciente de la humanidad.
La complejidad de la realidad provoca que las ideas que procuran entenderla no sean sencillas, y explica, en gran medida, que ellas actúen bajo la envoltura de mitos e ideologías, que esconden casi siempre ideas confusas y oscuras, que extravían a los hombres y los enfrentan los unos con los otros, en situaciones indignas, que hacen dudar del raciocinio, libertad e inteligencia que se les debe suponer en cuanto personas.
La mayoría de los hombres se conforman con ideologías, mitos y pueriles explicaciones, pues existen poderosas minorías de hombres a quienes les interesa que esta situación se perpetúe, organizando de forma implacable el entontecimiento sistemático de la mayor parte de la humanidad.
La irracionalidad, la creencia en mitos, las ideologías más falsas y aberrantes, no son patrimonio exclusivo de esos hombres a los que otros hombres mantienen carentes de instrucción y en condiciones indignantes respecto a las que aplican a sus mismos animales
ales de compañía. Muchos técnicos, muchos científicos y muchos políticos creen dominar el mundo desde la razón, sin sospechar siquiera el simplismo en el que se mantienen, y el armazón de mitos e ideologías que predeterminan muchas de sus actuaciones. El irracionalismo está presente por doquier y es potenciado sin cesar de la manera más escandalosa.
En los inicios del tercer milenio todo está conceptualizado, no hay ya tierras vírgenes de las que no se ocupen las ciencias y las técnicas (incluyendo entre éstas a la política). Las ciencias y las técnicas (mecánicas, políticas) tratan de organizar toda la realidad, y pretenden agotar el conocimiento del presente.
Sin embargo, los conceptos de que se sirven para determinar el conjunto de la realidad del mundo, no agotan su conocimiento. Los fundamentalismos científicos y técnicos pretenden convertir en Ideas universales lo que no pasan de ser conceptos particulares. Las Ideas no pueden reducirse a los conceptos de donde brotan, ni son eternas ni inamovibles. Los hombres viven envueltos por ideas (la propia idea de hombre, de persona, de cultura, de libertad, de justicia), muchas veces confundidas y deformadas por quienes se acercan a ellas desde una perspectiva particular: la vida es química, la vida es felicidad, la vida es economía, la vida es religión, &c.
Proponemos como tarea el ir delimitando las principales ideas presentes en nuestra realidad, tratando de establecer su estructura y alcance, su concatenación con otras ideas (que no tiene por qué ser total: no todas las ideas están ligadas con todas).
Y lo proponemos desde el rigor que es necesario e imprescindible para tratar con Ideas, rigor que nos permita evitar caer en las ideologías y en los mitos que siempre, como una sombra, las acompañan.
nódulo materialista
entidad inscrita en el registro de asociaciones
del Ministerio del Interior de España
con el número nacional 161.004
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